No hace mucho publiqué una entrada acerca del derecho a la intimidad y el contenido de las cartas de despido. En ella apuntaba los efectos que en ocasiones puede tener la publicación de sentencias tanto en fuentes oficiales, como por los propios Tribunales de Justicia (no sólo nacionales, sino también europeos) sobre la intimidad de las partes, bien por contener el nombre de las partes, bien por transcribir cartas, correos electrónicos, comunicaciones, etc. que permiten identificar fácilmente a los litigantes.
Pues bien, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha decidido dar un paso en este sentido y, según indica en un comunicado de prensa (96/2018), a partir del 1 de julio de 2018, los asuntos prejudiciales en que se hallen implicadas personas físicas serán anonimizados.